Violencia de género versus violencia intrafamiliar

 

En las últimas semanas la sociedad ha visto algo inusual a través de la redes sociales-hoy son las plataformas sociales los medios de información más veraces-, a través de videos presentados en los medios alternativos, se ha captado en pleno acto a mujeres arremeter en contra de  vehículos de sus parejas o exparejas. Lo que ha provocado en algunos de los casos que el Ministerio Público haya tenido que actuar en contra de las mujeres que han actuado de forma agresiva en contra de sus parejas. Dicho comportamiento, no puede ser visto como algo aislado, ya que el ser humano-hombre o mujer-tiende a desahogar sus emociones a través de la violencia.

Lo que sí es novedoso, el hecho de que no solo los hombres usan violencia en contra de los derechos de las mujeres, sino que, muchas veces son ellos los maltratados, aunque en la práctica hayan sido los acusados favoritos por parte de los órganos de persecución penal del Estado. Las estadísticas hablan por sí solas, el porcentaje de hombres que denuncian violencia en su contra es muy bajo, quizás menos de un 5 por ciento, aunque el porcentaje de violencia en su contra sea mucho más alto de lo que la sociedad puede percibir.

Ahora bien, debemos buscar las razones por la que se entiende que el hombre es quien violenta los derechos de las mujeres. Desde el punto de vista cultural, puede ser multifactorial, dado que la cuota de poder que  las mujeres han tenido en la historia de la humanidad ha sido baja desde hace miles de años. Es solo a partir del desarrollo de los derechos humanos que las mismas se han ido integrando en las instituciones que deciden el curso de la historia. 

Para lograr esa cuota de poder en nuestra sociedad, desde el punto de vista jurídico, el acontecimiento más importante, fue a nuestro parecer la promulgación de la ley 24-97 del 28 de enero del año 1997. Sin embargo, con la entrada en vigencia de esa legislación, el Estado diseñó toda una estructura legal para llevar el mensaje erróneo a la población de que la violencia intrafamiliar solo se produce del hombre hacía la mujer. 

Con ello se ha cometido un grave error conceptual, dado que las instituciones que luchan por nivelar los derechos vulnerados durante tanto tiempo a las mujeres, han confundido la violencia de género con la violencia intrafamiliar. Y por tanto, como el género masculino, es quien siempre ha abusado del género femenino, cuando las instituciones diseñadas para  luchar en contra de la violencia intrafamiliar llevan a cabo sus acciones, lo hacen partiendo de que el hombre dentro de la familia es quien maltrata. Cosa que, si bien es cierto, que el grado de maltrato del hombre a la mujer, es mayor que la mujer hacia el hombre, no quiere significar que la mujer no utilice violencia en contra del hombre.

Esa situación aunada a empoderamiento de los derechos de las mujeres, ha contribuido a ver la violencia intrafamiliar como un delito unidireccional, donde el hombre agrede física, económica y psicológicamente a la mujer, dentro de la convivencia familiar, por el solo hecho de ser mujer. Es bueno entender, que en muchos casos es cierto, que se une la violencia intrafamiliar con la violencia por el género, pero ello no es unidireccional. 

Bajo esa idea, es que se han cometido los más grandes abusos en contra de hombres, que decidido a denunciar la violencia intrafamiliar en su contra de parte de la mujer, han tenido como respuestas, encauzarlos a ellos como los imputados del delito. Es frecuente ver hombres heridos a causa de violencia ejercida por la mujer, y ser ellos los que han recibido la imposición de prisión preventiva, hasta tanto se investigue el caso. El resultado, es que cuando la mujer declara que se tuvo que agredir solo para defenderse  del hombre, quien resulta inculpado es el hombre.

La ley puede ser buena o mala, sin embargo, la aplicación de la misma, es la que debe ser justa. La aplicación de la ley 24-97 ha estado plagada de injusticia, que tarde o temprano habrá que corregir, pues si continuamos entendiendo que la violencia intrafamiliar, es violencia de género, seguiremos tratando a los hombres maltratados como los generadores de la violencia. Los excesos no tienen resultados plausibles, debemos ver la violencia intrafamiliar con un mal bidireccional, para lograr una verdadera política de protección a la familia.

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