Profanación de la Virgen de la Altagracia: De Tokischa o Colón
|El día que Tokischa se “encuero” en el lugar donde hay una imagen de la Virgen de la Altagracia en la Culta, Olímpica y Carnavalesca ciudad de la Vega, cometió una profanación de un lugar sagrado, según los seguidores de la “protectora” del pueblo dominicano. Si entendemos el término profanación como: “tratar sin el debido respeto una cosa que se considera sagrada o digna de ser respetada”, es probable que la exponente urbana Tokischa haya cometido una profanación.
Sin embargo, Altagracia Peralta-Tokischa-no puede ser considerada la primera profanadora del santuario de la Virgen de la Altagracia, dado que aunque no soy uno de sus acólitos, estoy convencido de que la “artista urbana”, es solo una representación fiel del descalabro social en el cual se encuentra la sociedad dominicana y del mundo. No desde en estos tiempos, sino quizás desde el mismo momento de la colonización aberrante que sufrió la Isla de Santo Domingo con la llegada de los europeos.
Pensemos que Tokischa, que casualmente lleva por nombre Altagracia quiso mostrar sus atributos frente al santuario de la Virgen de la Altagracia, pretendiendo como ha sido su estilo llamar la atención de un público ávido de morbo que representa todo esa expresión musical, sexual y degradación social llamada música urbana. Pero si nos remontamos al pasado lejano nos encontraremos con la famosa batalla del Santo Cerro.
Registra la historia que la Batalla de la Vega Real, llamada comúnmente Batalla del Santo Cerro, se escenificó el 27 de Marzo del Año 1495, en ella un grupo de europeos comandados por el propio “Almirante” Cristóbal Colón, Bartolomé Colon y Alonso de Ojeda, acompañados del cacique Guacanagarix enfrentaron a los aborígenes rebeldes, los cuales luchaban por mantener sus territorios y la paz en que habían vivido antes de la llegada de los europeos a la Isla Quisqueyana.
La batalla fue rápida, ya que los europeos superiores en números y armamento derrotaron fácilmente a los aborígenes, pero un elemento marcó esa batalla. Cuenta la historia que en una Cruz que habían clavado los europeos invasores en lo alto del Cerro, apareció la “Virgen de las Mercedes”, la misma Merced que es patrona de Barcelona y que ronda la vida de los poderosos a partir del año 1218. No podía ser de otro modo, la “Virgen de la Merced”, estuvo del lado de los europeos para que estos lograran ganar la batalla, en contra de los mansos aborígenes que solo querían seguir viviendo en paz en sus tierras.
Dado ese acontecimiento, se levantó en el lugar un “Santuario” para adorar a la Virgen de las Mercedes, cada 24 de septiembre, peregrinan a ese lugar: políticos, militares, religiosos y personas comunes, para dar gracia a esa a la Virgen de las Mercedes por haber permitido que los europeos masacraron a una comunidad pacífica e inofensiva hasta ese momento.
Basta con analizar racionalmente la historia y nos daremos cuenta que no fue Tokischa la primera en profanar el santuario de la Virgen de la Altagracia y demás deidades dominicanas, acudimos cada año, semana y días a una fiesta de profanación de lugares sagradas, dado que cada 21 de Enero y 24 de Septiembre, asistimos a una fiesta de profanación, donde los altares de las iglesias erigida en esos lugares “sagrados” los políticos corruptos, acabaran con la corrupción, los policías delincuentes, acabaran con los delincuentes, los religiosos pedófilos, que es necesario erradicar el abuso infantil, todos en franca profanación de esos lugares.
Vivimos en profanación constante de nuestros símbolos religiosos, exponiendo al público que seguimos los mandamientos de Dios en favor de una sociedad más justa, pero con nuestros hechos nos acercamos cada día más a la puerta del infierno.
Tokischa irrespeto un lugar “sagrado”, nuestros líderes lo hacen todos los días y ni siquiera nos damos cuenta. Desde que Colón profano a la Virgen de las Mercedes no ha cesado la profanación de lugares sagrados, por personas que como él debieron recibir el castigo divino, no la gloria.