Irresponsabilidad de las Compañías Teléfonicas

Las compañías telefónicas en nuestro país, además de ser emisoras de un mal y costoso servicio, también son irrespetuosas de los mandatos y resoluciones del organismo que las regula.

Las quejas del costoso servicio que brindan las telefónicas son innumerables. Van, desde lo molestoso que es escuchar sus ofertas, anuncios y demás en del tiempo que nos tomamos en establecer comunicación vía telefónica con sus agentes de servicios en sus centrales telefónicas para requerir algún servicio, información o para presentar alguna reclamación; el largo tiempo que toman en dar respuesta a las reclamaciones; el rumor de que no dan el servicio brindado contratado; la venta de Chips sin ningún control; incumplen las normas y resoluciones del Indotel; etc.

El mal de los males está en la venta de Chips sin ningún control. Usted que lee, no sorprenda si tiene uno o varios Chips a su nombre o algún otro de los servicios que estas compañías ofrecen, sin que usted este enterado, e inclusive, la posibilidad de que les adeude y le llamen para cobrarle o le hayan dañado su historial crediticio, por ser otra persona haciéndose pasar por usted quien lo haya contratado. Con prácticas como estas, las telefónicas laceran derechos fundamentales como la Intimidad, la Privacidad, el Honor y por vía de consecuencia el principio de Dignidad Humana.

Dueños y señores del universo, estas compañías han inobservado la Ley General de Telecomunicaciones, No. 153-98, la Resolución No. 110-12, contentiva del Reglamento General del Servicio Telefónico, e inclusive la posterior Resolución No. 039-13, que crea el Mecanismo de Inscripción y Validación de la Identidad de todos los usuarios de los Servicios Públicos de Telefonía, la cual le otorgó un plazo de seis meses, para que se abstengan de dicha práctica y poder así tratar de controlar que desaprensivos puedan obtener Chips utilizando nombres o datos personales de terceros o falsos para luego ser utilizados para actos delictivos, lo que vendría a evitar las quejas y las posibles consecuencias que les pudieran ocurrir a cualquier persona.

Esta irresponsabilidad ha causado grandes daños a ciudadanos y por ende a sus familias. He sabido de casos donde personas guardan prisión por el simple hecho de que figure a su nombre un número telefónico el cual no reconoce como que lo haya solicitado a la compañía, por lo que presuntamente fue obtenido de forma irregular en componenda con la compañía telefónica al no tener el debido cuidado para su emisión, pero que de este número se hicieron llamadas que resultaron ser las ultimas al número de un receptor que apareció muerto.

Al parecer, las observaciones y posteriores recomendaciones de expertos en telecomunicación y las quejas de usuarios que dieron origen a la resolución de Indotel, eran ciertas. Actos criminales han sido registrados bajo esta práctica y personas inocentes están presas mientras son investidos y la carga pesada de estar en una celda se hace más pesada cada día.

Una madre llora, un hijo crece con su papá en prisión, una mujer que desespera, una justicia lenta.

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