Credibilidad de una teoría del caso
|La cualidad de creíble en una sociedad donde los datos objetivos tienen poca o nada de importancia, frente a las opiniones o las emociones-post verdad-. En el escenario de las informaciones es la post verdad la que tiene ventajas frente a datos concretos que pueden ser verificables. De ahí que es difícil poder diferenciar entre dos versiones enfrentadas sobre el mismo hecho, máxime cuando se trata de casos complejos, que son aquellos que están sometidos a presiones políticas y mediáticas.
Es el escenario que nos presente el proceso penal, el cual con toda su crudeza expone a la sociedad versiones distintas sobre el mismo hecho y, cuando ese hecho tiene tal relevancia social, como lo es la muerte en su propio despacho de un Ministro del Estado, surgen versiones que lejos de aclarar las razones o móviles que llevaron a tan fatídico hecho, lo que produce es cada vez más confusión.
Sin embargo, para aproximarnos a una realidad creíble, cada una de las partes que se enfrentarán en el proceso, deben hacerlo a través de la teoría del caso, visto desde la perspectivas de la acusación por un lado-Ministerio Publico y Querellantes-; desde la otra acera habrá una barra de defensa que presentará su propia versión de los hechos. Por tanto, habrá dos teorías del caso que debatirán mediante estrategias organizadas, cada una de la cual tendrá que ser probada ante los distintos escenarios judiciales en los que se enfrenten.
Toda teoría del caso, debe tener elementos indispensables que la acompañen como son: un relato fáctico, donde se debe exponer modo y circunstancias en las que ocurrieron los hechos; relato que deberá estar sustentado en una teoría probatoria, que no son más que las evidencias para probar el fáctico y; una teoría jurídica que tendrá que acomodar los hechos a una o varias disposiciones jurídicos-penales que permitan al final imponer una sanción al o los culpables del hecho.
Además de los elementos, toda teoría del caso tiene varias características, las cuales son determinantes al momento de exponerla frente a un escenario judicial o social. Dado que en la muerte del ministro Orlando Jorge Mera, cada una de las partes que tienen incidencia en el proceso han tratado de convencer a la sociedad, más que a los tribunales de la forma en que sucedieron los hechos, una de las características de la teoría del caso que deben exponer de forma clara, es la credibilidad.
La teoría del caso, debe ser creíble, lo que implica que al momento de ser expuesta ante cualquier escenario, la misma esté exenta de falacias, que puedan llevar a entender al destinatario que se quieren manipular los hechos. Para la defensa del imputado, la credibilidad de su teoría del caso es un arma poderosa, por el hecho de que tiene muchas desventajas frente al embate mediático que ha tenido el caso.
Partiendo de ese escenario, la estrategia de la defensa al parecer está diseñada en desmitificar la víctima, pues según hemos visto en los informes de prensa, se ha empeñado querer que la investigación sea ampliada, que no se quede solo en la víctima y el victimario, lo que implicaría que de no ser tomada en cuenta sus solicitudes, podrían alegar que se está tratando de evadir responsabilidades de otras personas. Aunque involucrar más personas en un proceso, no siempre es aconsejable, dado que cuanto más personas, más complejo puede ser el proceso.
El problema al que se puede ver enfrentada la estrategia de la defensa, es la falta de credibilidad, por lo que al momento de ser expuesta ante cualquier escenario impactaría poco. Siempre se ha considerado, que el proceso penal se desarrolla en un escenario litigioso, donde quien tenga mejores estrategias, es quien tiene la oportunidad de ganar el caso. Pero la estrategia no puede estar ajena a una teoría del caso creíble, pues esa característica determina que los argumentos utilizados sean tomados en cuenta como válidos por las partes que deciden.
La credibilidad es lo que lleva a un líder político, empresa, producto o al abogado a obtener la adherencia del auditorio. Quien es creíble lleva la de ganar.