Una necropsia, una víctima y muchas preguntas
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El concepto Necropsia, comúnmente también llamado Autopsia, es un procedimiento técnico-científico cuya finalidad es determinar causa y manera de muerte. En la República Dominicana podemos decir que el médico patólogo por antonomasia se llama Sergio Sarita Valdez, es un referente ético, moral y profesional, que en su labor, ni los más conspicuos miembros del gobierno, pudieron nunca doblegar su ética profesional para mutilar los resultados de una necropsia en la que él participara.
En una entrevista concedida al periodista Francisco Tavares, Sarita Valdez estableció entre otras cosas lo siguiente sobre el caso de Esmeralda Richiez “. “Según el análisis microscópico no había embarazo porque el útero no tiene evidencias de estar en estado de gestación”… “Cuando hay un embarazo un de los dos ovarios tiene un cuerpo amarillo que indica hay gestación. El estudio microscópico demuestra que la joven aún tenía su himen, era virgen”. También agregó el Dr. Sarita Valdez que un informe preliminar de necropsia es algo incompleto, que la misma debe ser concluyente.
El informe de Necropsia manejado por el Ministerio Público precisamente establece que el mismo no es concluyente, dado que su contenido puede ser variado si “nuevos” elementos así lo determinan. Por ende, estamos ante una investigación inicial que tiene demasiados cabos sueltos y, aunque solo estamos al inicio del proceso de investigación, siempre es aconsejable aprovechar las primeras horas para obtener las mejores y mayores evidencias posibles, dado que pasado 72 horas de los hechos, las evidencias se dificultan muchos más. El Ministerio Público, ni siquiera ha podido establecer el elemento más importante de cualquier hecho delictivo, lo que el sistema anglosajón denomina “el móvil del crimen”.
Que apareja este atropellado proceso de investigación inicial, que la víctima Esmeralda Richiez, además de haber perdido el bien más preciado, que es la vida, luego de su desaparición física, se esté incurriendo en la muerte moral, malogrando la dignidad de sus familiares y de todo aquel que está alrededor de esa lamentable muerte. Por la forma en la que se ha conducido la investigación ha permitido que los medios alternativos hagan de las suyas con especulaciones que solo la criminalística puede despejar, a través de un proceso de investigación científico y serio, que no deje lugar a dudas sobre cómo, quién y en cuales circunstancia la misma perdió la vida.
Las consecuencias en una sociedad híper-conectada como la de hoy, es que las redes sociales donde abundan los expertos en toda clase de ciencias, incluyendo las ciencias de investigación criminal, lleguen a conclusiones que solo llevan confusión y trastorna a la realidad de lo que sucedió ese fatídico 13 de febrero alrededor de Esmeralda Richiez.
Al final de la jornada habrá que responder a varias preguntas sobre Qué y Cómo sucedió el hecho que segó la vida de la joven. ¿Ciertamente estaba embarazada la adolescente? ¿Había tenido relaciones sexuales antes? ¿Qué le causó los hematomas y laceraciones que tenía en su cuerpo? Si fue golpeada ¿Quién le propinó los golpes? ¿Es compatible desgarro vaginal fruto de relación sexual cuando se evidencia que tenía himen intacto? ¿Por qué no se le brindó el auxilio a tiempo? ¿Es que una joven llega a su casa en evidente estado de abuso y quién la recibe no cuestiona a sus acompañantes? ¿Quién le quitó por comisión u omisión la vida a Esmeralda Richiez?
Como abogado son algunas de las preguntas que puedo formular, pero como ciudadano me surgen otras que solo los órganos de investigación criminal de la República Dominicana me pueden responder. ¿Están ustedes actuando conforme al principio de objetividad y protección de los derechos de las víctimas y los ciudadanos? ¿Si? O ¿No?