RETOS Y DESAFIOS DE LA EDUCACION VIRTUAL
|“Si quieres aprender, enseña”, frase atribuida a Cicerón que invita a entender todo proceso de instrucción es a la vez aprendizaje. El momento que vive la humanidad es determinante para ese proceso de aprendizaje continuo, que incluye al facilitador como un alumno más en los nuevos retos y desafíos que ha concitado el exponencial avance de un virus desconocido hasta ahora por la humanidad y la ciencia.
Toda situación nueva, puede ser a la vez difícil y peligrosa, aunque también gratificante dependiendo de la capacidad asumida al momento de enfrentarla. Partiendo de los nuevos retos que debemos enfrentar en la educación, es determinante la manera en la que nos comportemos frente a ellos, sin duda uno de lo más evidente por el momento es el cambio de paradigma frente a una educación basada el intercambio educativo fundamentado en la sincronía del facilitador con el discente, hacia un proceso asincrónico a través de la virtualidad. Solo era cuestión de tiempo, ya en muchas naciones “desarrolladas”, el intercambio de conocimiento virtual era una realidad. Incluso en la República Dominicana los que tuvimos el privilegio de ingresar a la Escuela Nacional de la Judicatura conocimos de primera mano la educación virtual.
Ahora que no hay vuelta atrás debemos lograr adaptar los hábitos de educación presencial a estos nuevos tiempos. “El nuevo orden” implica que tanto la educación pre-universitaria, como la universitaria deben emigrar a las plataformas de educación virtual. En la educación pre-universitaria el proceso puede ir migrando paulatinamente hasta lograr crear los hábitos en los jóvenes de utilizar los medios digitales para la educación, desarraigando esos procesos que entienden que las redes son solo herramientas para la diversión, el chisme y las compras compulsivas. Éstos tienen ventajas respeto a la universitaria, ya que son los hijos de era digital y por tanto son amigables con la tecnología.
En la educación universitaria los retos son mucho más exigentes, pues tenemos una población universitaria relativamente ocupada, ya que un gran porcentaje de los estudiantes de las universidades dedican parte de su tiempo a otras labores productivas que les permiten costear los gastos universitarios. Para ellos la educación universitaria se agota con la asistencia a los cursos presenciales una o dos veces por semanas. Por tanto, será un reto cambiar sus hábitos de estudios a los medios digitales, los cuales implican que el intercambio con el facilitador ya sería a través de las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TICs).
Es así que el desafío para los estudiantes universitarios, especialmente aquellos que se han habituado a la presencialidad uno o dos días por semana será lograr entender que ya no tendrá un facilitador cara a cara que responde la preguntas e inquietudes y soluciona cualquier situación de deficiencia tomando en cuenta sus credenciales académicas. Tendrá que emigrar a un mundo asincrónico, cambiando de hábitos, haciendo la tecnología una aliada para lograr los resultados esperados.
Para el facilitador el desafió es aún mayor, pues debe poder lograr que el estudiante no sienta la frialdad de la computadora, que sienta en cierto modo la presencia del docente a través de los medios digitales que tiene a disposición. Guiar el estudiante por contenidos significativos de aprendizaje, evitar la mediocridad en los trabajos de investigación, conocer que la internet es un mundo de conocimiento al alcance de todos, pero que también, puede ser un mundo de engaño y falsedades sino se busca la información correcta y se depura. Por eso el facilitador debe seguir siendo quien instruya y suministre los materiales educativos necesarios para el aprendizaje del contenido de su asignatura, independientemente de que el estudiante curioso y exigente consigo mismo busque alternativas posibles y depuradas.
Al final debemos estar conscientes que los retos y desafíos enfrentados de la manera correcta, redundan en beneficio de todo el conglomerado social. Así esperamos que la educación pre y universitaria se fortalezca con esta nueva realidad.