Nota cultural –Recordando a San Agustín

Un día como hoy, 28 de agosto del año 430, murió, a los 75 años de edad, Agustín de Hipona, en Hipona, Argelia. Fue el pensador más brillante y el de mayor influencia del mundo cristiano durante el primer milenio; sus obras y pensamientos siguen vigentes. Además, fue un escritor muy prolífero. Su principal obra es su autobiografía, titulada: “Confesiones”.

Agustín de Hipona, desde pequeño, estudió filosofía y letras. Además, fue un apasionado por la poesía y la retórica. Estudió en Cartago, donde recibió una gran influencia de los pensadores griegos, que lo llevaron a una búsqueda insaciable de la verdad, por lo que cambió de escuelas en varias ocasiones. Al no encontrar respuestas a sus grandes interrogantes, asumió el maniqueísmo, pero seguía sin respuestas, y decidió irse a Roma, donde abrazó el cristianismo, y encontró las respuestas a sus preguntas y dudas. Al pasar el tiempo, fue canonizado y declarado Doctor de la Iglesia.

Termino esta nota con un pensamiento de San Agustín: “Antes de llenar el vaso con el líquido bueno hay que derramar el malo”

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