Nota cultural –Recordando a Nostradamus
|Un día como hoy, 14 de diciembre de 1503, nació Michel de Nôtre-Dame (Nostradamus), en Saint-Remý-de-Provence, Francia. Fue un médico, astrólogo, boticario y teúrgo francés de origen judío, autor del famoso libro de profecías denominado “Les Prophéties” (Las Profecías) (1555). El investigador Lemesurier en su obra “Nostradamus, bibliomancer: the man, the myth, the truth” (El hombre, el mito, la verdad) establece que Nostradamus, más que un profeta o clarividente, fue un “ocultista”, que empleó métodos arcanos para oscurecer las profecías del “Mirábilis liber” y de otros eventos pasados.
Las profecías de Nostradamus no tienen asideros científicos ni prácticos; el valor e importancia de sus profecías están en función del nivel de atracción que sientan las personas por la superstición. Hay un adagio latino que dice: “Vulgus vult decipi”, que significa: “El pueblo quiere ser engañado”; y es que siempre ha existido una preferencia morbosa por los asuntos misteriosos.
Termino esta nota con un pensamiento de San Agustín: “El buen cristiano se guardará del astrólogo y todos aquellos que hacen profecías vacías”.