COVID-19 Y LA DOMINACIÓN A TRAVÉS DEL MIEDO

Es indudable que el miedo es un arma de salvación o dominación, según la forma en la que se utilice, tanto que, en un episodio de miedo podemos huir del peligro, como quedarnos paralizado esperando que el impacto nos mate.

En el transcurso de la historia una herramienta de la que se valían los lideres para dominar a las masas era el miedo. Desde Alejandro Magno a Julio Cesar, desde Napoleón hasta Hitler, desde Saddam Hussein hasta Rafael Trujillo, solo escuchar los nombre de esos líderes infundían miedo a sus enemigos y victimas.

La situación del mundo hoy se puede analizar, sin necesidad de entrar en relatos conspirativos-las conspiraciones siempre despiertan el interés del publico-a partir del miedo que ha desatado en la humanidad el tema del Coronavirus.


Los datos sobre el Conoravirus-Covid-19 son alarmantes, pero no son más desastrosos que otras pandemias que hemos tenido en la antigüedad e incluso en épocas contemporáneas. Al observar la publicación de la Organización Panamericana de la Salud sobre “Las diez principales amenazas a la salud en el año 2019” nos encontraremos con los siguientes datos: A) La contaminación del aire y el cambio climático: es que los contaminantes microscópicos en el aire pueden penetrar los sistemas respiratorios y circulatorios, dañando los pulmones, el corazón y el cerebro, matando a 7 millones de personas en forma prematura cada año por enfermedades como el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades cardíacas y pulmonares”; B) Enfermedades no transmisibles “la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas, son responsables de más del 70% de todas las muertes anuales en todo el mundo, es decir, de 41 millones de personas. Esto incluye a 15 millones de personas que mueren prematuramente, entre los 30 y 69 años”; C) La tuberculosis Un Millón Seiscientas Mil personas cada año; D) El VIH cerca de Un Millón de personas cada año (Organización Panamericana de la Salud y OMS, 2019).


Los datos extraídos de la página de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, no parecen muy alentadores respeto a las muertes que causan cada año el cambio climático, el hambre, la tuberculosis, el VIH y otras enfermedades generadas por el hombre o por la naturaleza.

Sin embargo, aunque la actual pandemia del Coronavirus supera ya más de cien mil muertes desde su aparición, lo más preocupante para algunos es que el Covid-19 no discrimina a sus víctimas. Cosa que sí podríamos afirmar de las enfermedades que cada año matan a millones de seres humanos en todo el mundo, dado que hasta la aparición del COVID-19 habían elites sociales que entendían que muchas de las enfermedades tradicionales eran solo para cierto sectores sociales, no así para los “iluminados”.

Entonces, ¿Que ha generado esta alarma global sobre el Coronavirus? ¿Estaremos alarmados frente a una enfermedad que matará al final, mucho menos personas que los que diariamente mueren en accidente de tránsito en todo el mundo? Es interesante verificar las estadísticas, pues el hambre no es contagiosa como el coronavirus y por tanto no les será transmitido a las elites, pudiéramos estar siendo manipulados con intereses oscuros. Esto es solo especulación, pero no deja de inquietar.


El miedo que ha generado en la humanidad la pandemia global del Covid-19, puede servir para infundir ese temor que necesitan los gobiernos para dominar a los ciudadanos. Puede ser especulación, pero la humanidad estaba muy empoderada de sus derechos, tanto que, incluso con la situación actual muchos gobiernos se les han dificultado que las personas cumplan con las restricciones para contener la pandemia. Sin embargo, a medida que avanza el fenómeno los ciudadanos van aceptando dócilmente los dictámenes de sus respectivos gobiernos, aun sean los mismos arbitrarios.


La sociología ha estudiado el fenómeno, Javier Auyero profesor de Sociología en la Universidad de Texas, en su libro “Los Pacientes del Estado” expresa que “Hacer esperar a los pobres es una herramienta de control para el poder, que les permite vigilar y castigar. A la vez, genera una subjetividad en los pobres, quienes creen que deben esperar y que, en ese sentido, actúan como buenos esperantes”. Hoy la herramienta para que los ciudadanos sean obedientes-hacerlo esperar para recibir las dadivas del Estado-será una de las consecuencias necesaria del Coronavirus, también lo es, el miedo que ha generado en la humanidad el exponencial desarrollo de la pandemia. Tanto es el miedo que justificamos que el gobierno violente los derechos de los ciudadanos, a fin de que nos “protejas” de este demonio que amenaza con destruirnos.

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