EL CAMBIO NO SOLO DEBE SER CIERTO, SINO TAMBIEN PARECERLO.

“La mujer del Cesar no solo debe ser honrada, sino además parecerlo”.

La frase atribuida a Julio Cesar al referirse a su esposa Pompeya, de la cual se divorció por haber asistido a una clase de orgía que se permitían ciertas mujeres de la aristocracia romana, ha quedado en el imaginario colectivo como una expresión que indica la importancia del ser, pero también del parecer de las cosas.

No basta con decir que somos honestos, debemos parecerlo también. El gobierno de la República Dominicana tiene apenas dos meses de haber tomado las riendas del Estado, tiempo muy efímero para poder cuestionar o analizar con objetividad hacia donde se encamina la actual administración del Estado.

Ahora bien, la sociedad dominicana eligió las actuales autoridades del gobierno, esencialmente por el hartazgo ciudadano a que llevo el Partido de la Liberación Dominicana durante sus 16 años de gobierno ininterrumpido con la petulancia y arrogancia de sus funcionarios y la corrupción en la administración pública.

El nuevo gobierno capitalizó ese descontento nacional sobre una plataforma de cambio en la forma de gobernar, especialmente en cuanto al tema de la corrupción. Ha dicho el presidente Luis Abinader Corona “que en su gobierno no tolerara corrupción por parte de los funcionarios públicos”. Para la sociedad es un discurso conocido que los políticos utilizan solo en campaña, dado que es costumbre de la clase política sintonizar con la ciudadanía para así poder captar los votos necesarios para alcanzar el poder político y desde ahí implementar el programa de gobierno que ha ofertado a la sociedad, pero una vez llegado al poder olvidan fácilmente sus compromisos con la sociedad.

Por tanto, la administración actual genero unas expectativas en la población, esencialmente en cuanto al tema de la corrupción, que no debe darse el lujo de parecer que el tema es ajeno a sus propósitos de gobierno, el gobierno, está compelido a no solo luchar contra el flagelo de la corrupción, sino, que además debe aparentar que está haciendo los esfuerzos necesarios para investigar los actos de corrupción de las administraciones pasadas, además debe actuar y aparentar que no tolerara que sus funcionarios se desvíen de la promesa asumida por el presidente, es necesario que éstos sintonicen con la actitud de la máxima autoridad de la administración pública.

La sociedad sabe que de buenas intenciones está plagado el camino hacia el infierno, se debe ver con suspicacia cualquier escenario del actual gobierno donde se pueda interpretar que la transparencia está de vacaciones. Es por eso que respetando el derecho al honor personal de la Ministra de la Juventud, es necesario que el gobierno tome la temperatura de la sociedad respecto a cómo se siente cuando existe sospecha de que un funcionario se ha beneficiado de los fondos del Estado aprovechando las ventajas que le da la estructura política a la que pertenece.

Como abogado entendemos que la joven funcionaria es inocente de cualquier hecho del cual se le este condenando en los medios de comunicación y las redes sociales. Pues es un mal habito de los medios de comunicación y los periodistas dañar honras de las personas, cuando aun los tribunales no han ni siquiera anunciado una medida de coerción. La vida privada del funcionario es tan sagrada como la de todos nosotros, pero sus actuaciones frente a la cosa pública se rigen por otros parámetros, dado que el interés colectivo prima sobre el individual.

Por ello, la posición como abogado, no es obstáculo para sentir como ciudadano lo que reclama gran parte de la sociedad, transparencia en la administración pública, partiendo de que la población decidió elegir autoridades y funcionarios distintos a los que estaban, basados precisamente en el cansancio del abuso y despilfarro de los bienes estatales. Es así que para evitar cuestionamientos los funcionarios del gobierno actual, no solo deben ser transparente, sino también parecerlo.

El cambio además de ser, debe también parecer que va de verdad.