Recordando a Bertolt Brecht

Con la llegada al poder en el 2012, el nuevo grupo , inició borrando al PLD del gobierno, pero como yo tenía mi empleo, no me importaba.

El 2013, se convocó al congreso del partido, con ello, a una parte del comité central de la organización política, se convocó para completar su matrícula, lo que debió
ser un proceso democrático, donde los mejores perfiles tuvieran la oportunidad de que las bases lo ponderan para ser elegidos al CC; el nuevo grupo, lo impidió desde el poder, aniquilando esa posibilidad, empezaron a regalar las membresías en CC, a personas que no tenían ninguna militancia en la organización, cuya única vinculación al PLD, eran las lealtades al nuevo grupo de poder que gobernaba; pero como yo era miembro del CC o del CP, eso no me importaba.

Llegaba el 2015 , pese a que la constitución lo prohibía, y que, quien se quería prevalecer de una reforma constitucional en su provecho, era el mismo presidente. Solo Leonel Fernández y un grupo de valientes compañeros, plantaron cara a este despropósito. Pero como yo era Ministro, no me importaba.

En el 2019, llegaba las primarias internas en el PLD , luego de mandar a todos sus delfines a aspirar, le sacó un Penco debajo de las mangas, dejándolos a éstos, como pericos en la estaca. En el enfrentamiento contra Leonel Fernández, le hicieron un colosal fraude.

Pero como yo era Alcalde con asfalto caliente, senador, o diputado, tan poco me importó, que el fraude, se ejecutara en la cabeza, de un compañero, cuyo único pecado fue llevarnos al poder. Tampoco nos importaba, puesto que con el poder acumulado, ya la suerte de Leonel Fernández, no era preocupación. Eran tanto poder que teníamos, que ya nos sentimos con la fuerza de desafiarlo y ningunearlo; por lo tanto, tampoco nos importaba.

La indiferencia, la complicidad y la conspiración, que desde el poder se llevó a cabo, parieron todos estos lodos. Una vez más queda demostrado que en la política no se inauguran precedentes. Ahí están los resultados.

(Colaboración anónima)