PELUQUERIA CON AIRE: ¡QUE EXTRAÑO!
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Como si de una “sospecha razonable” al estilo la Policía Dominicana se tratara, el Ministro de Interior y Policía de la República ha considerado “extraño” que una barbería de un pueblo como Villa Vásquez tenga aire acondicionado y cámara de seguridad. Desde el punto de vista político, la extrañeza del “Ministro” es contraria a la posición que tiene el gobierno del cual él forma parte, dado que durante los últimos siete años los logros económicos que presenta el gobierno es para que el progreso sea evidente, debería tener aire acondicionado y cámara de seguridad hasta la señora que vende empanadas; desde el punto de vista jurídico es re-victimizar, pues las autoridades que deben velar por la protección de los derechos de las víctimas está de antemano poniendo en duda la credibilidad de la misma, aún a pesar de que todo quedó grabado y, desde el punto de vista social es justificar las abusos y arbitrariedades que cada día cometen las autoridades en contra de los ciudadanos de los sectores sociales marginados, ello con la sola intención de defender la corrupción de los órganos de investigación del Estado, es dudar de quien no pertenece a la clase social de funcionario del Estado.
Según el Ministro de Interior y Policía de la República los jóvenes con deseo de superación a través de un oficio como la peluquería, deberían de abstenerse mostrar que su empresa está en condiciones apta para ofrecer un servicio de calidad, lo preocupante es, que muchos jóvenes han optado por emprender negocios ante la falta de oportunidades que le ofrece la sociedad, y que ahora se vea sospechoso que su emprendimiento está funcionando, tendrán que seguir abandonando el país como muchos lo han hecho. El que una barbería de un barrio tenga aire y cámara de seguridad no es extraño para cualquier ciudadano de un pueblo o barrio, pero el “Ministro” desconoce que lo extraño es que haya en un pueblo o barrio, un salón, colmado, farmacia, peluquería, pica pollo, etc., sin cámara de seguridad y aire acondicionado. Es que los funcionarios del gobierno viven en un mundo, mientras el pueblo vive en otro muy distinto, quizás por eso es que el funcionario le extrañe algo tan normal en el barrio.
Tanto el aire, como las cámaras de seguridad no son ya un lujo para un negocio en cualquier barrio o pueblo, se ha convertido en una necesidad por el auge de la delincuencia, la misma que debe ser combatida por el funcionario que se encuentra extraño la protección que tienen los barberos de Villa Vásquez. La delincuencia barrial es uno de los tantos obstáculo con lo que se encuentran los jóvenes emprendedores, por ello además de las cámaras, verjas en hierros, puertas herméticas, se suman las tarifas que deben aportar cada cierto tiempo al comandante del destacamento y a los policías que diariamente pasan por los establecimientos comerciales a “pedir” los de ellos para “darle la vuelta” en las patrullas policiales, que por demás son obtenidas con los impuestos que el Estado les cobra a los emprendedores.
Sí a pesar de todo eso, también hay que estar preparado para que las autoridades te realicen un “allanamiento” para extorsionar pidiendo dinero y así evitar que te hagan un expediente de “drogas” que ellos mismos pusieron, estamos ante un mal generalizado que no le dejara otro camino a los jóvenes de éste país que ingresar verdaderamente al crimen o largarse. Con ello no estoy asegurando la inocencia de los peluqueros, pero ante evidencias como la presenciada por la sociedad a través de cámaras de video, debemos advertir que la credibilidad de los órganos de investigación penal necesita urgente tomar un giro por el bien de todos.
Por eso no me extrañaría que en pocos meses se encuentren a los peluqueros con un alijo de drogas que pretenden introducir al país. A ellos que se cuiden, pues no les perdonaran haber puestos en evidencia el hedor que emana de los órganos de investigación penal. Lo extraño debería ser las fortunas que acumulan ciertos ciudadanos, cuando solo han trabajado como “funcionarios públicos”.