Sentencia del TSE, crónica de una muerte anunciada
|Por: José Manuel Jerez y Máximo Calzado Reyes
Luego de la decisión del Tribunal Superior Electoral del 29 de diciembre del año recién finalizado, en la cual, dentro del marco de una acción de amparo interpuesta por Diego José García, el TSE dictó una medida precautoria “suspendiendo los efectos de la juramentación de Trajano Vidal Potentini” como presidente del Colegio de Abogados, se tejieron una serie de conjeturas que provenían de diferentes litorales. Mayoritariamente se expresaba, acertadamente, que el TSE no tenía competencia para conocer la referida acción.
En este contexto, como habíamos advertido en varios artículos e intervenciones en diferentes medios, la referida decisión fue ostensiblemente complaciente. En ese sentido, también advertimos que los partidos políticos y, de manera específica los que integran la “Alianza Rescate RD”, debían poner su barba en remojo. Esto, partiendo del hecho que, la indicada decisión fue para complacer al poder político.
En ese orden, el TSE con la decisión rendida el viernes 12 de enero del año 2024, ha confirmado la sospecha que se tenía con relación a la sentencia que iba a emitir. Sin embargo, a pesar de los malos augurios, se tenía la esperanza de que esta alta corte resistiera a las presiones y tentaciones del poder político, y emitiera una sentencia apegada a lo estipulado en la Carta Magna, la Ley No. 29-11, Orgánica del Tribunal Superior Electoral, la Ley No. 137-11, Orgánica del Tribunal Constitucional y los Procedimientos Constitucionales y, los precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional: Sentencias TC/0624/18, TC/0508/21, entre otras.
Sin embargo, nuestra sospecha se hizo realidad. La sentencia emitida el pasado viernes, confirma, lo que ya habíamos presagiado. Es lamentable, que jueces que tienen una amplia trayectoria y gozaban de cierta credibilidad, se hayan prestado para semejante aberración. Con esta funesta sentencia se violentan de manera grosera, además de la Constitución, los principios de separación de poderes y seguridad jurídica, debilitando aún más la institucionalidad democrática de nuestro país.
Debemos destacar los votos disidentes de las juezas Rosa Pérez de García y Hemenegilda del Rosario Fondeur Ramírez, ante las cuales nos quitamos el sombrero y las felicitamos por su gallardía, carácter y reciedumbre, quienes con su actitud demostraron valentía, tenacidad y su compromiso con la institucionalidad y la democracia en la República Dominicana, al no ceder ante las presiones que el gobierno y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), ejercieron sobre todos los jueces del TSE.
Por tales razones, con la desatinada decisión del TSE, lo que está en juego no es la presidencia del CARD. Lo que está en juego es la gobernabilidad y la democracia, ya que estos jueces, con esta aberración, automáticamente y de manera ipso facta, se han descalificado para dirimir con objetividad e imparcialidad los conflictos y diferendos que se puedan presentar en las elecciones de febrero y mayo del año 2024.
En ese tenor, es evidente que el gobierno de Luis Abinader y el PRM, en su afán de construir una narrativa, con medios y encuestas compradas al granel, haciendo creer que ganan en primera vuelta, con tal de perpetuarse en el gobierno son capaces de cualquier cosa. Si no ganan con votos arrebatan. Solo hay que pensar que, si esa presión ejercida sobre estos jueces fue para la elección al CARD, ¿qué no estarán dispuestos a hacer en febrero y, muy especialmente, en las elecciones de mayo de este año?