Radiografía del hombre mediocre
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El mediocre anda por la vida, quejándose de todo, nadie tiene méritos más que el mismo.
El es responsable de que muchas persona logren cosas en la vida. Pero, sorprendentemente, el mediocre no le debe nada a nadie, todo se lo debe a él mismo.
El mediocre en su forma peculiar de ver el mundo, no le reconoce méritos a nadie, el que estudia y se supera es un teórico, si su brillantes es algo que está a la vista de todo el mundo, él mediocre, busca algo para descalificarlo, regularmente apela a su sexualidad, “ese tipo es homosexual”. Cuando no, que es prepotente, que de qué será que priva.
El mediocre siente que hay una deuda eterna con el, por eso siempre anda por la vida exigiendo lo que le han quitado.
Una característica del mediocre es su superioridad moral. Nadie es más serio y correcto que él.
La presencia del mediocre es una enfermedad para el espíritu. Cuando vea en la política a alguien que construye su presente hablando sobre su pasado como una forma de reconocimiento social, entonces, está frente a un mediocre, saberlo distinguir te ahorraría mucho malestares.
De un colaborador anónimo.