POR LA FALTA DE UN SELLO, HAY VARIAS PERSONAS PRESA
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Lo sui géneris de nuestro país, ronda los extremos. De ahí que, el dominicano ha perdido la capacidad de asombro, salvo que estés guardando prisión y te digan que por la falta de un sello tienes más tiempo en prisión de lo que dice la sentencia.
Hace unos días, se creó o se mudó desde San Cristóbal hasta el municipio de Bani, de la provincia Peravia, una o lo que sería la Segunda Sala del Tribunal de Ejecución de la Pena del Departamento Judicial, a los fines, entiendo, de descongestionar el tribunal de San Cristóbal y evidentemente, para cumplir con el voto constitucional de la figura jurídica o derecho fundamental denominado “acceso a la justicia y debido proceso de ley”, conjuntamente con las garantías que al efecto corresponden.
Los que trabajamos la justicia penal, sobretodo, aquellos de los Distritos Judiciales de Azua, San José de Ocoa y Bani, de inmediato dimos el visto bueno a la medida y estamos consciente que sus frutos serán sentidos de manera positiva en el devenir del tiempo.
Sin embargo, el malestar del asunto está, en que al parecer y quizás fruto de la acostumbrada improvisación del dominicano, quien hizo las maletas se le olvido empacar el sello del Tribunal con el cual vendría a estampar las decisiones que habrá de tomar el juez y con ello completar las instancias contentivas de las ordenes de libertad de quienes esperan.
Este olvido o quizás por lo difícil que constituye hacer o mandar hacer un sello gomígrafo ha impedido que personas que ya han cumplido la sanción penal impuesta, sean puesta en libertad. Es evidente que los malestares causados están al granel.
Estamos esperanzados de que el “problema” será resuelto antes de que las acciones sean presentadas y mucho antes de que quienes esperan desesperen más y más.
Ya que no debemos olvidar que quienes están privado de libertad son seres humanos, que una vez hayan cumplido con la pena impuesta debe restablecerse su derecho al libre transido, máxime cuando los centros de reclusión del sistema penitenciario dominicano-especialmente cárcel 15 de Azua-son presa fácil de las reyertas que culminan con facilidad terminando con la vida de los internos.