¿Para que sirven las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP)?

Para dar respuesta a esta interrogante, hay que decir que las AFP funcionan como intermediarios, cuya finalidad principal es administrar las cuentas personales de los afiliados e invertir de manera adecuada los fondos de pensiones, según lo que establece el artículo No.80 de la Ley No.87-01.

En este contexto, tomando en consideración que el 80% del dinero de los ahorrantes las AFP lo han invertido en prestamos al gobierno, al Banco Central, quedando a penas un 20% para invertirlos en otros proyectos. Visto esta realidad, cualquier persona se preguntaría ¿Dónde esta el trabajo de las AFP?

Lo cierto es que, si el Estado tiene el 80% del dinero de los ahorrantes, es preferible que se eliminen las AFP y que estas funciones la ejerzan una institución autónoma o descentralizada del Estado y todo ese dinero que actualmente se ganan las AFP, serviría para la implementación de las diferentes modalidades del seguro establecido en el artículo No.25 de la Ley No.87-01.

Además, también serviría para la creacion del seguro de desempleo, cuya única finalidad seria crear un fondo para cuando los cotizantes de las AFP sean sus pendidos o cancelados, se les cubra con estos fondos al menos por un periodo de tres (3) a seis (6) meses de su último salario.

La realidad es que con el esquema de inversión de los fondos de los ahorrantes que en la actualidad tienen diseñados las AFP, para prestarle el 80% al gobierno, estas instituciones de intermediación solo sirven para ser parte del circulo vicioso donde solo se beneficia el gobierno y los empresarios de las AFP.

En este contexto, para ilustrar al lector del ENGAÑO, TRUCO y circulo vicioso al cual se prestan estas instituciones: las APF le prestan dinero al gobierno y este les paga intereses a los empresarios de las AFP, los cuales cada día se hacen más rico con el dinero de los trabajadores. Del beneficio que obtienen las AFP, deben pagar un porcentaje al Estado de impuesto y los cotizantes reciben una miseria.

Esta deuda que el gobierno adquiere con las AFP se convierte en deuda pública, la cual es pagadas con los impuestos, de los contribuyentes, al final todos terminan pagando las deudas del gobierno y las AFP, anualmente obtienen jugosos dividendos, por participar en este círculo. VEN DONDE ESTA LA TRAMPA.

En síntesis, vista esta situación, lo ideal es eliminar las AFP, como se está planteando en Chile y Perú y crear una institución del Estado, autónoma y descentralizada que maneje estos fondos, de manera que ese dineral que cobran los intermediarios (APFP), se invierta de tal forma que los trabajadores al momento de pensionarse cuando cumplan sesenta (60) años, pueden obtener una pensión que les permita cubrir sus necesidades básicas de: (techo, alimentación, medicamentos, etc.).

La eliminación de las AFP ha sido planteada por la Organización Mundial del Trabajo (OIT) y por la Internacional de Servicios Públicos (ISP), institución no gubernamental que reúne a más de 20 millones de trabajadores y trabajadores, represados por 700 sindicatos en 163 países y territorios.

La ISP en el resumen ejecutivo de un informe publicado en noviembre de 2018, planteo lo siguiente:

“Un nuevo informe de la OIT confirma la posición que la ISP viene defendiendo desde hace años: la privatización de los sistemas públicos de pensiones proporciono enormes beneficios a una minúscula elite financiera, pero redujo los ingresos de los trabajadores jubilados”.

En ese mismo orden, es importante hacer referencia a una investigación publicada en el año 2029 por la Fundación Juan Bosch, titulado “Sistemas de Pensiones: De la Estafa del Siglo a un Modelo Justo e Incluyente”. Dentro de las conclusiones de esta investigación, se plantea que:

“La experiencia latinoamericana permite visualizar la necesidad de discutir en República Dominicana una reforma estructural sustitutiva, que avance hacia el reparto como pilar fundamental, que integre pensiones no contributivas con objetivo de universalidad y con enfoque de género, así como la optimización de la inversión, responsabilidad y transparencia administrativa, y que el rol del Estado social prevalezca por sobre el rol subsidiario, poniendo la solidaridad y la corresponsabilidad como principios”.

¡Hasta el próximo artículo!