Nota cultural –Recordando a San Pedro
|
Un día como hoy, 29 de junio del año 67, después de Cristo, se considera la fecha más probable de la muerte del apóstol Pedro, cuyo nombre de pila era “Simón, el hijo de Jonás” (Mat. 16:17). Fue el discípulo más sobresaliente de Jesús de Nazaret. Tras la muerte y resurrección de Jesús, Pedro viajó a Turquía, donde asumió el obispado de Antioquia. Luego, viajó a Roma, donde finalmente murió martirizado por órdenes del emperador Nerón Claudio César Augusto Germánico (Nerón); los relatos de la época aseguran que murió crucificado con la cabeza hacia abajo.
Sobre su vinculación con la iglesia, el Evangelio de Mateo recoge la designación que le hizo Jesús, cito: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia;…”. (Mat. 16:18). También agregó: “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos” (Mat. 16:19). Conforme a la tradición de la iglesia católica, la historia de los papas inicia con Pedro, primer obispo de Roma y, desde entonces, a cada Papa se le considera su sucesor. Cabe destacar que la basílica más importante de la iglesia católica lleva su nombre “Basílica de San Pedro”, localizada en Roma, construida en el período comprendido entre 1506 y 1626.
Termino esta nota con una recomendación de San Pedro: “Manténganse con el espíritu alerta, vivan sobriamente y pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste Jesucristo” (1 Pedro 1:13).