Décima el valor de la mujer para la Iglesia.
|Escrita por: Juan de los Palotes
26 marzo 2021
El truco de Agustín Laje,
un misogino confeso,
es el de quitarle peso
mediante el burdo chantaje,
a quien muestre con coraje
su oposición a una iglesia,
que con la postura necia
de un prelado transgresor,
minimizan el valor
de un ser al que menosprecia.
La iglesia ve a la mujer
(y Lajer no es menos que eso)
como un ser burdo y avieso,
sectario de Lucifer.
La misma que le dió el ser
al dios y a su santidad,
le presumen la maldad
que destruye nuestra tierra,
de una manera que aterra
a toda la cristiandad.
No es solo que a la mujer
se le restringe el papado,
sino que la han condenado
nada más a obedecer.
Su rol sólo es complacer,
según estos desgraciados,
a un misogino prelado
que la ve como instrumento,
figura de esparcimiento
y también yunta de arado.
A más de hacerla culpable,
le han quitado los derecho
de decidir que en su pecho
puede ser o no viable.
Esta actitud miserable
frente a un ente tan divino,
que es victima de asesinos,
de misoginos y curas,
no va a dejar de ser pura
por voluntad de cretinos.
Tomada de la Red.