LA DESGARRADORA JUSTICIA PENAL JUVENIL


Pasaban las nueve de las mañana cuando ingresamos a las instalaciones del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes del Distrito Judicial de San Cristóbal mi compañera de oficina, el abuelo y la madre de la criatura, la madre de la criatura víctima y el hermano de ésta. De inmediato nos dirigimos a la secretaria general del tribunal, allí nos dimos cuenta de que la vista sobre revisión de medida cautelar no estaba en el rol del día, sin embargo, luego de algunas preguntas y aclaraciones se determino que la vista sí estaba fijada para ese día pero se había olvidado enrolarla, además de que los documentos de revisión no se le habían comunicado al Ministerio Publico de Niños, Niñas y Adolescentes.

Salvada esa primera aproximación al proceso, solo faltaba esperar que trasladaran al adolescente que apenas había cumplido los 13 años de edad en diciembre del año 2017, rondaban ya las diez de la mañana cuando apareció un oficial de la Policía Nacional en su típico ropaje gris, pistola en la cintura, dos pinitos que indicaban que era primer teniente, asido en su mano derecho esposado un paso más adelante caminaba una criatura menuda, desorientada, cabizbaja, mirada perdida entre la muchedumbre que gestionaba asuntos en esa secretaría general de Niños, Niñas y Adolescentes de San Cristóbal.

Al ver entre la multitud a su madre y abuelo el “Adolescente” entre el llanto, el cual no pudo contener a pesar del esfuerzo que realizaba por retener los gemidos. Solo cuando ingresamos a la sala de audiencia se lleno de fortaleza y contuvo los llantos, aunque no pudo evitar las lagrimas que seguían brotando de sus ojos.

Es necesario presenciar ese escenario para poder sentir, describir, y soportar lo que allí se vive. Es increíble con la facilidad que se privo a esa criatura de su derecho fundamental a la libertad, aunque fue un periodo relativamente corto, estoy seguro de las secuelas irreparables en la vida de ese “adolescente” imputado.

El hecho por el cual se privo de libertad a esa criatura es porque la madre de otro niño lo denuncio, la denunciante es a la sazón vecina y amiga de los familiares del denunciado, por tanto ambos niños son vecinos y compañeros de juegos.

El delito denunciado está relacionado con actividades sexuales entre los menores, uno 13 años, el denunciado, la victima 10 años. La denuncia sostiene que en los hechos participaron varios niños de la comunidad-amiguitos de la vecindad- que practicaron actividades sexuales entre ellos. La madre-victima sostenía que no le interesaba que el jovencito denunciado fuera privado de libertad, además de que no podía asegurar su participación en los hechos, porque le habían hablado de otros más. Aun así fue privado de libertad.

El adolescente imputado cursa el primer ciclo de la educación media, cuyos exámenes finales del año escolar estaban pautado para iniciar el mismo día en que se reviso la medida cautelar 23 de mayo del 2018. Paso ocho días privado de libertad en el “Centro de Atención Integral de Manoguayabo”, su primera noche en el centro fue recibido a zapatazos en la cabeza, nunca había estado involucrado en hechos delictivos, tenía un abuelo que lo había presentado a las autoridades, luego de imponer la medida cautelar de privación de libertad fue entregado a su abuelo y éste lo presento al otro día para que lo enviaran a cumplir la medida privativa de libertad.

Por primera vez el adolescente imputado estuvo ante la parafernalia de un tribunal, lo cual impresiona hasta los adultos, cuanto más a un niño de 13 años: policías vestidos de gris, centro de privación de libertad (cárcel), manos esposadas. Solo para iniciar una investigación que dice la misma denunciante es dudosa. Habrá que determinar si ante este dantesco espectáculo se resarce el dolor de la victima que no deseaba privación de libertad para el hijo de sus vecinos, o se lograra el desarrollo sicosocial del adolescente imputado y el niño víctima.

Habrá que repensar la finalidad de la justicia penal juvenil, así determinar si procura el desarrollo sicosocial de Niños, Niñas y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, o por el contrario dañar su desarrollo. Habrá que decidir si realmente estamos procurando el “Interés Superior del Niño”.

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