NOTA CULTURAL —Recordando al Quijote
|Un día como hoy, 16 de enero de 1605, hace 413 años, se publicó la primera edición de la obra “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”, en Madrid, España. Es una novela de la autoría de Miguel de Cervantes Saavedra, un poeta, novelista y dramaturgo español, considerado la máxima figura de la literatura de España. Sobre el Quijote, la mayoría de los rankings sobre los libros más vendidos y leídos de todos los tiempos, a nivel mundial, lo ubican entre los primeros cuatro lugares, detrás de la Biblia, El Corán y el Libro Rojo de Mao. Según el Instituto Cervantes ha sido traducido a 140 lenguas.
El Quijote representa un modelo ético y, hasta cierto punto, estético de la vida. Su decisión de convertirse en caballero andante para ir por el mundo en defensa de la justicia, hacer el bien y vivir la vida como si se tratara de una obra artística, representa un modelo de lo perfecto. Miguel de Cervantes, con esa maravillosa obra de la literatura universal, deja claro la existencia de dos mundos, el realismo y el idealismo, al tiempo que le deja al lector grandes enseñanzas de vida. La primera gran enseñanza es que cada persona debe determinar su realidad a partir de la forma como ve el mundo, determinar el camino a seguir y definir metas claras. Otra enseñanza es que cada persona debe mantenerse fiel a su ideal, ver las cosas buenas de los demás y defender su propia virtud. Y para asegurar su tranquilidad y seguridad, siempre hay que tener un buen escudero que tenga los pies sobre la tierra y esté conectado con el mundo real.
Termino esta nota con un pensamiento de Miguel de Cervantes Saavedra, cito: “Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas”.