250 MIL SALVADOREÑOS PODRIAN SER DEPORTADOS A SU PAIS DESDE LOS ESTADOS UNIDOS
|Este programa beneficia personas de países en condiciones especiales, que impulsó la emigración por razones extraordinarias, entres estas: “Guerra civil o conflicto armado en curso, desastres naturales, entre otras circunstancias temporales”.
Entre los países beneficiados con el TPS está El Salvador, cuya protección empezó en el año 2001, luego de que el país fuera afectado con un terremoto magnitud 7,7, que dejó barrios sepultados y cerca de 1,3 millones de desplazados.
Esta catástrofe natural, a la cual se sumaban los desplazados por la violencia de las pandillas, MS-13 (Mara Salvatrucha) y MS-18 (Barrio 18), provocó una decisión de John Ashcroft, fiscal general de entonces, que protegió de la deportación temporal a los inmigrantes de El Salvador que “habían estado en los Estados Unidos desde febrero de 2001”.
Esta protección temporal (TPS), empezó por un periodo de 18 meses, ya lleva 17 años, debido a que las condiciones de El Salvador no han mejorado como para permitir el retorno de los migrantes con (TPS).
Ahora, 17 años después el gobierno del presidente Trump anunció que “decidió poner fin a las protecciones a partir del 9 de septiembre de 2019”. Esto supone un duro golpe para estas familias, que incluye la posible separación, pues cerca de 200 mil descendientes de estos, al nacer en los Estados Unidos, tienen la nacionalidad norteamericana. También afectará las remesas. Se estima que estas representan más del “7% del PIB de El Salvador” y que la mayor parte proviene de los “salvadoreños que viven en los Estados Unidos”.
Los salvadoreños beneficiarios del TPS tienen ahora menos de dos años para volver a su país o buscar otra forma de quedarse en los Estados Unidos.
Actualmente cursa en el Congreso un proyecto de Ley en contra de esta decisión impulsado por la congresista Nidia Velázquez, que de aprobarse beneficiaria no solo a los salvadoreños, sino también a haitianos, más de 50 mil, hondureños y de otras nacionalidades.
Finalmente, de los 250 mil salvadoreños que podrían perder el beneficio de la TPS, se estima que un 30 por ciento tiene ya su propia casa en los Estados Unidos y que el 88 por ciento es parte integral activa de la fuerza laboral de la nación.