Nota cultural –Recordando a Tito
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Un día como hoy, 30 de diciembre del año 39, nació Tito Flavio Sabino Vespasiano, en Roma. Fue emperador romano del año 79 al 81. Durante su reinado, terminó el anfiteatro Flavio, conocido en la actualidad como Coliseo, el cual fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en 1980; y en el 2007, una de “Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno”.
Antes de ser emperador, Tito fue militar, y adquirió notoriedad durante la guerra judeo-romana (años 67 al 70). Recibió la orden de “acabar con los judíos sediciosos”; orden que cumplió totalmente, y fue más allá, ya que incendió la ciudad, saqueó el templo y luego lo destruyó, y ordenó a los soldados dejar un muro en pie para que los judíos tuvieran el amargo recuerdo de que Roma había vencido a Judea. Desde entonces, los judíos acuden a ese muro a rezar y a expresar sus lamentos. Al paso del tiempo, dicho muro se conoce como “Muro de las lamentaciones”.
Termino esta nota con un pensamiento de Abel Jean Henri Dufresne: “Las lamentaciones no sirven para nada; entregarse a ellas es perder el tiempo presente por un pasado que ya no nos pertenece”.