NOTA CULTURAL –Recordando a Jean-Jacques Rousseau

Un día como hoy, 28 de junio de 1712, nació Jean-Jacques Rousseau, en Ginebra, Suiza. Fue un escritor, filósofo, botánico, músico, naturalista y pensador suizo; un verdadero polímata, que pasó a la inmortalidad por su obra cumbre, titulada “El Contrato Social” (1762). Además, fue una de las figuras cimeras del período de la historia conocido como “La ilustración”. Para este ilustrado pensador, “el hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado”.

El Contrato Social es una obra maestra de filosofía política, donde el autor plantea aspectos fundamentales sobre la igualdad y la libertad de los ciudadanos dentro de un Estado, regido por “un contrato social” que lo cohesiona. Las ideas políticas de Rousseau tuvieron gran influencia en la “Revolución francesa” (1789 a 1799) y provocó el nacimiento de una nueva visión política de la sociedad, basada en lo que él llamó “voluntad general”, donde la soberanía reside en el pueblo. Ese planteamiento filosófico le abrió el camino a la democracia, donde los miembros de un Estado definen y establecen derechos y deberes, y reconocen la autoridad de la razón, que los une como un solo cuerpo político. Finalmente, Rousseau murió, a los 66 años de edad, el 2 de julio de 1778, en Ermenonville, Francia.

Termino esta nota con un pensamiento de Jean-Jacques Rousseau, cito: “Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas”.