Nota cultural –Recordando a San Isidro Labrador
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Un día como hoy, 30 de noviembre del año 1172, murió San Isidro Labrador, en Madrid, España. Fue un jornalero que trabajó al servicio de caballeros medievales de los alrededores de Madrid. Los detalles de su vida se conocen gracias a los códices encontrados en la Iglesia de San Andrés, en 1504, denominados “Los Códices de San Isidro”, escritos a finales del siglo XII, donde se le conoce como Ysidorus Agrícola.
Conforme a los documentos encontrados, Isidro era casado y tenía un hijo. Además, realizaba milagros asombrosos. Algunos de sus biógrafos, entre ellos Alonso de Villegas, Jaume Bleda, Jerónimo de la Quintana y López de Vega, narran su vida de santidad, y agregan otros milagros no escritos recogidos de los testimonios de las personas. Isidro, por sus hechos y milagros, luego de grandes ponderaciones, fue canonizado por el papa Gregorio XV; hecho que ocurrió el 14 de marzo de 1622. Cabe señalar que antes de la canonización ya los españoles lo consideraban santo. En 1960, el papa Juan XXIII lo declaró “Santo Patrón de los agricultores”. La figura de San Isidro Labrador se propagó por todo el mundo a través de la cultura popular. Por solo citar un caso, la tradición popular en los países hispanoamericanos, desde la época de la colonia, ha mantenido viva la famosa frase “San Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol”.
Termino esta nota con un pensamiento de Thomas Jefferson, cito: “Honra a los labradores, porque los que labran la tierra son el pueblo escogido por Dios”.