NOTA CULTURAL –Conmemorando el Día del Trabajo

Hoy, 1 de mayo, es el Día Internacional de los Trabajadores, instituido por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París, Francia, entre el 14 y el 19 de julio de 1889. El motivo de la conmemoración y la escogencia de la fecha fue para “rendir tributo a los Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas que fueron condenados en Los Estados Unidos por su participación en una huelga que se inició el 1 de mayo de 1886, en todo el país,  y, en Chicago, se prolongó hasta el 4 de mayo del mismo año, con la sangrienta Revuelta de Haymarket”. Cabe destacar que el Día de los Trabajadores no se celebra en la misma fecha en todos los países del mundo, aunque la mayoría lo celebra el 1 de mayo. En los Estados Unidos, a pesar de la historia, se celebra el primer lunes de septiembre, y a la conmemoración se le llama “Labor Day”. La razón del cambio de fecha y significado se debió al miedo de los empresarios y autoridades estadounidenses de que el movimiento socialista que atizaba a los obreros tomara fuerza.

La historia nos recuerda que tanto en Los Estados Unidos, como en la mayoría de los países del mundo, las jornadas de trabajo oscilaban entre 12 y 18 horas al día. Hubo muchas iniciativas para bajar la jornada laboral. Por ejemplo, el 25 de junio de 1868, el presidente de Los Estados Unidos, Andrew Jonson, promulgó la Ley Ingersoll, que estableció la jornada laboral de 8 horas, con algunas excepciones; ley que no fue acatada por los empresarios. Luego, por iniciativa de la American Federation of Labor (AFL) (Federación Americana del Trabajo), en su 4to. Congreso, celebrado el 17 de octubre de 1884, se acordó que la jornada de trabajo debía ser de 8 horas, sin excepciones, efectivo a partir del 1 de mayo de 1886; decisión que no fue acatada por los industriales, desencadenando las sangrientas luchas de los obreros que hoy recordamos. A pesar de estos antecedentes, es a partir de la Segunda Guerra Mundial que los derechos de los trabajadores comenzaron a respetarse en los países capitalistas; los socialistas ya los reconocían. Hasta la Iglesia Católica, en 1954, tomó medidas al respecto, declarando el 1 de mayo como Día de San José Obrero.

Termino esta nota con un pensamiento de Jonas Edward Salk, médico investigador y virólogo estadounidense, cito: “La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho”

 

Facebook Comments

Cual es tu opinión?