PROPAGANDA ABORTISTA Y REFERENDO


Las interrogantes mas estudiadas de las últimas cuatro décadas son las concernientes a las causas que permitieron el ascenso al poder del Partido Nazi en Alemania. Numerosos son los factores que se tienen en cuenta a la hora de intentar dar explicación a lo que luego devendría uno de los regímenes políticos más sanguinarios del siglo, provocando más o menos directamente la muerte de unos 60 millones de personas, entre víctimas de guerra y prisioneros ajusticiados en los infames campos de exterminio nazis; con el agravante de que toda esta cultura de la muerte tuvo lugar en el corazón de Europa, en uno de los países más cultos y respetados del viejo continente.

El líder absoluto de los nazis lo fue Adolf Hitler, el cual tenía aparentes deficiencias, pero lo que nadie parece dudar es que entre sus virtudes políticas se encontraba una sobresaliente capacidad oratoria. Como escribió el corresponsal estadounidense William L. Shirer, presente en la concentración del 5 de septiembre de 1934 en la cuidad de Núremberg: “Creo que empiezo a comprender algunas de las razones del éxito asombroso de Hitler”.  Sin embargo, los grandes historiadores y politólogos coinciden en que el arma que mejor utilizó Hitler para lograr sus objetivos fue la propaganda. El cine, la televisión y la radio fueron utilizados como herramientas indispensables, a tal punto que les proporcionaron, en su conjunto, un instrumento crucial para adquirir y mantener el poder, así como para la implementación de sus políticas, incluyendo la guerra total y el exterminio de millones de personas durante el Holocausto y durante la ocupación de la Unión Soviética. Todo a base de engaños y falsos supuestos.

Al igual que la propaganda de los nazis, hoy la posverdad se ha convertido en un instrumento imprescindible en los medios de comunicación. La razón principal que lo justifica es el mensaje que intentan las grandes corporaciones imponer como verdades absolutas y todo aquel que intente refutarlas es visto y promovido como un conservador y anti derechos. Un ejemplo de esto es la imposición del aborto, el cual está siendo vendido como un derecho fundamental de la mujer y extra poniéndolo por encima del derecho a la vida del niño no nacido.

La ética y los argumentos morales juegan un papel importante en situaciones donde las leyes permiten elegir entre diferentes caminos. Por ejemplo, las personas que reconocen la posibilidad del divorcio desde una perspectiva legal no hacen juicios morales sobre el divorcio en un caso particular, ya sea un juicio positivo o negativo. Desde nuestra óptica las iglesias cumplen con sus funciones de orientar la conciencia de las personas en el ejercicio de la libertad constitucional. Los abogados, políticos, periodistas, activistas sociales, etc., siempre tendrán sus propias creencias morales o religiosas que pueden orientar sus decisiones personales, pero no es correcto pretender imponérselas a quienes no están de acuerdo con ellas.

Una de las grandes mentiras que los abortistas pretenden imponer es que el niño aún no nacido no es una persona, según ellos porque aún no tiene alma. Sin embargo, hace años que la ciencia lo ha explicado, la directora de la Cátedra de Bioética Jérôme Lejeune, en España, la doctora Mónica López Barahona, aclara sobre la pregunta: ¿realmente hay un consenso científico sobre este tema? López asegura que sí, y el ejemplo más claro es el relativo al aborto: “La ética no puede dar juicios de valor sobre algo que no plantea la ciencia, pero los datos de la ciencia son indiscutibles. Hay vida humana desde que el embrión existe como tal. Lo que pasa es que esta información se toma luego de un lado o de otro. La discusión empieza desde que valoramos si el ser humano puede tener disponibilidad sobre otra vida humana o si vale más la vida de la madre que la del niño. Ahí está la discusión, pero que el embrión es vida humana no es discutible. Si aceptamos que sin conciencia no hay vida humana es que tampoco existe cuando dormimos o cuando nos anestesian”.

Otro gran eufemismo de los pro abortos es que somos un país atrasado porque todos los países progresistas han aprobado el aborto. Sin embargo, pasan por desapercibido que nadie está obligado a hacer o aceptar lo que dicten las mayorías. Como una vez lo expresara el novelista, dramaturgo, crítico y cineasta francés Jean Cocteau (1889 – 1963), “No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría”.

El “aborto es el único producto del mercado que quienes lo venden no quieren que se exhiba”. En la gran mayoría de los países donde se ha despenalizado el aborto a los congresistas le han negado observar, en vivo, en tiempo real, el procedimiento médico que se realiza cuando se práctica ese brutal crimen. Su único objetivo es que les favorezcan aprobando despenalizar el aborto, pero no quieren que vean el horror de los cuerpos de indefensos de niños malogrados, sacrificados y mutilados sin ellos ser los responsables de las acciones de sus progenitores.

Los promotores del aborto tienen una arraigada y delatora doble moral. Por un lado, demandan independencia de los Poderes del Estado, el respeto a la institucionalidad, y por el otro lado están demandando la injerencia del Presidente Luis Abinader, para que les baje una línea a todos los congresistas de su partido para que en el Nuevo Código Penal aprueban las tres causales del aborto. Acción que ha arrastrado a varios legisladores y Ministros del gobierno a cometer un craso error histórico, al pedirle públicamente al presidente que cometa la indelicadeza de presionar en la decisión del Congreso Nacional. Sin embargo, fue muy atinada, sabia y correcta la decisión del Presidente al expresar que dejará a la libre convicción de los legisladores tal decisión.

Sobre el referendo para que sea aprobado el aborto:

He leído y escuchado a periodistas, comunicadores, políticos y hasta “abogados constitucionalistas”, comentar que en el país no se puede hacer un Referendo para que sea el Pueblo, y no los políticos, el que decida si se aprueba o no el aborto en el país. Y lo han hecho intentando descalificar la consulta popular alegando que no es posible usar un REFERENDO CONSULTIVO para eliminar derechos fundamentales. Lo que esas personas están pasando por alto, acción propia de mentes que tienen cauterizada la conciencia, es que a estas alturas cualquier dominicano tiene acceso a la Constitución y puede consultarla, por sí mismo confirmar, si lo que se le está diciendo es correcto o falso.

La Constitución Dominicana tiene establecido tres tipos de Referendo:

  1. El Referendo Local:

“Articulo 203.- Referendo, plebiscitos e iniciativa normativa municipal. La Ley Orgánica de la Administración Local establecerá los ámbitos, requisitos y condiciones para el ejercicio del referendo, plebiscito y la iniciativa normativa municipales con el fin de fortalecer el desarrollo de la democracia y la gestión local”.

  1. El Referendo Consultivo:

“Articulo 210.- Referendos. Las consultas populares mediante referendo estarán reguladas por una ley que determinará todo lo relativo a su celebración, con arreglo a las siguientes condiciones: 1) No podrán tratar sobre aprobación ni revocación de mandato de ninguna autoridad electa o designada; 2) Requerirán de previa aprobación congresual con el voto de las dos terceras partes de los presentes en cada cámara”.

  1. El Referendo Aprobatorio:

“Artículo 272.- Referendo aprobatorio. Cuando la reforma verse sobre derechos, garantías fundamentales y deberes, el ordenamiento territorial y municipal, el régimen de nacionalidad, ciudadanía y extranjería, el régimen de la moneda, y sobre los procedimientos de reforma instituidos en esta Constitución, requerirá de la ratificación de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas con derecho electoral, en referendo aprobatorio convocado al efecto por la Junta Central Electoral, una vez votada y aprobada por la Asamblea Nacional Revisora.

Párrafo I.- La Junta Central Electoral someterá a referendo las reformas dentro de los sesenta días siguientes a su recepción formal.

Párrafo II.- La aprobación de las reformas a la Constitución por vía de referendo requiere de más de la mitad de los votos de los sufragantes y que el número de votos exceda del treinta por ciento (30%) del total de ciudadanos y ciudadanas que integren el Registro Electoral, sumados los votantes que se expresen por «Sí» o por «NO».

Párrafo III.- Si el resultado del referendo fuere afirmativo, la reforma será proclamada y publicada íntegramente con los textos reformados por la Asamblea Nacional Revisora.

No hay que tener un Doctorado en Derecho Constitucional para entender que SÍ SE PUEDE, a la luz del artículo 272 constitucional, utilizar la figura del Referendo Aprobatorio para que sea el pueblo el que finalmente resuelva este polémico tema, que los dominicanos votemos para decidir «Sí» o «NO» estamos de acuerdo en que se modifique la Constitución Dominicana para que se permita el aborto.

Lo que ocurre es que los pro aborto vendieron el engaño, en los medios de comunicación, de que el pueblo dominicano estaba a favor de que se aprueben causales del aborto, pero es lo contrario, y ellos lo saben muy bien, el pueblo dominicano, en más del 70%, está en contra del aborto y esa es la razón fundamental que justifica su rechazo el Referendo Aprobatorio.

Deontológica y jurídicamente, los derechos fundamentales dependen de la existencia de la vida de la persona. Un cadáver no tiene derecho a nada. Y aunque los “progres” me tilden de anti derechos continuaré defendiendo la vida, la cual es el más sagrado y sublime de todos los bienes jurídicos que el Estado está en la obligación de tutelar. Sobre todo, si es la vida de un niño por nacer.

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