Peralta; su raigambre y sus necesidades para el desarrollo

Peralta, es uno de los 10 municipios de la provincia de Azua, se ubica, entre sus montañas, a unos 22 kilómetros, al norte del municipio de Azua de Compostela y en la falda sur de parte de la Cordillera Central.

Su descripción geográfica urbana, por estar incrustado entre montañas y entre dos ríos, es de una Mesopotamia. Tiene una superficie de 124.4 Kilómetros cuadrados y su densidad poblacional, al 2016, era de 118 habitantes por kilómetro cuadrado. Su personería o capacidad jurídica de municipio, la adquirió mediante la Ley 916 del 12 de agosto del 1978.

Su raigambre e identificación de su gente con esta tierra del Cafeto esperanzador, es digna de admiración.  

La receptividad, hospitalidad, y alegría de su gente, sumado a la baja tasa delictiva, y su consecuente posibilidad de transitar libremente y sin temor por sus calles a cualquier hora del día y de la noche, son sus principales atractivos. ¡Ah, y La Esquina!

Sus necesidades para el desarrollo, pueden ser fácilmente cubiertas por el Gobierno, y por, inclusive, instituciones privadas, en razón de su fácil identificación y de su no complicado cumplimiento.

Desde el Gobierno, bastaría con apoyar a los agricultores. De manera específica, a los productores de Café, Aguacate y Limón, como productos principales en la actualidad y a futuro. Más del 90% de las familias, tienen incidencia directa y propietaria, en las cosechas de esos rubros.

Con facilidades de préstamos a tasas preferenciales a los campesinos para compras de insumos y su correspondiente utilización en los campos, la facilitación de plantas para la siembra y la designación de técnicos (agrónomos) suficientes que acompañen en su ejecución y seguimiento; y el mantenimiento y construcción de caminos vecinales, son necesidades básicas para el empuje de este pueblo y repercusión en toda la provincia y el país.

El apoyo de instituciones privadas (para su propio beneficio), puede ser en el rubro de la textilería. Un porcentaje considerable de hombres y mujeres en edades productivas, y con capacidad probada tiene dominio del uso del hilo, la aguja y las máquinas de coser.

Empresas privadas pueden encontrar en este pueblo de clima fresco, la mano de obra requerida y en razón de sus características, incluso, de exigencia no tan altas en el pago.

De la misma forma, su buen suelo, su altitud y precedentes actuales, pueden servir de motivación para la incursión en la producción agrícola de ambientes controlados (invernaderos).

Esta tierra, donde nace el río que sació la sed, en el 1844, de independentistas, tiene las puertas abiertas y sus necesidades a la espera.

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