Nota cultural –Recordando a los difuntos

Hoy, 2 de noviembre, la Iglesia Católica celebra la «Solemnidad de los Fieles Difuntos». Cabe aclarar que esta celebración no es exclusiva de la Iglesia Católica; otras iglesias, como las cristianas orientales, la ortodoxa griega, la anglicana y hasta la luterana de varios países de Europa, también rinden cultos a los difuntos, aunque en días diferentes del año.

En este día, en honor a las personas fallecidas, los creyentes ofrecen misas, horas santas y llevan flores y velas a las tumbas en los cementerios donde reposan los restos de los difuntos. Esta celebración fue instituida en Francia, el 2 de noviembre del año 998, por el monje Odilón de Cluny, perteneciente a la Orden de Cluny, que es una reforma de la Orden de San Benito. A Odilón se le atribuían poderes taumatúrgicos. Además, durante su vida, se le consideró como un promotor de la paz de Dios y de la tregua de Dios. La idea de Odilón fue adoptada por la jerarquía de la iglesia romana en el siglo XVI y, desde Roma, se expandió al resto del mundo.

Termino esta nota con un pensamiento del inmenso Víctor Hugo: “Morir no es nada. Lo terrible es no vivir”.