Nave espacial china, altamente tóxica, caerá a la Tierra en abril
|Podría precipitarse en el norte de los EE:UU, en el centro de Italia. En el Norte de España, en China y en América del Sur o Africa.
La nave espacial china Tiangong-1, de 8.5 toneladas de peso y sustancia altamente tóxica y corrosiva, caerá a la Tierra alrededor del 3 de abril, o una semana antes o después, según estimaciones de la estadounidense Aerospace Corporation.
Las zonas donde es más alta la probabilidad de que caiga el aparato son el norte de China, el Medio Oriente, el centro de Italia, el norte de España, los estados del norte de EE.UU., Nueva Zelanda, Tasmania, partes de América del Sur y el sur de África.
En tanto, la Agencia Espacial Europea cree que la nave espacial, que se encuentra fuera de control desde marzo de 2016, entrará a la atmosfera terrestre en algún momento entre el 24 de marzo y el 19 de abril.
La agencia Aerospace Corporation señala que la nave reentraría a la atmosfera en algún punto entre los 43 grados de latitud norte y 43 grados de latitud sur y «hay la posibilidad de que una pequeña cantidad de restos e impacte el suelo en una franja de «varios cientos de kilómetros».
Sin embargo, la compañía asegura que las probabilidades de que los restos de la estación espacial impacten sobre personas son casi nulas, incluso en el peor de los escenarios.
Estas zonas están marcadas en amarillo en el mapa donde podría caer la nave espacial
«En la historia de los vuelos espaciales, ninguna persona, que se sepa, ha sufrido daños por restos espaciales que reingresan a la atmosfera», aseguró la compañía estadounidense.
Sin embargo recomienda no tocar los restos ni inhalar los vapores que pueden desprenderse debido que «a bordo de la nave espacial puede haber una sustancia altamente tóxica y corrosiva, llamada hidracina, que podría sobrevivir a la reentrada».
La naveTiangong-1, que literalmente significa «Palacio Celestial 1)se encuentra en órbita desde el 29 de septiembre de 2011 y estaba destinada a funcionar durante dos años, hasta 2013, pero sus responsables decidieron mantenerla en órbita en suspensión para recabar más información sobre sus componentes.
Posteriormente en el 2016, aficionados al seguimiento de satélites advirtieron que Tiangong-1 había empezado a dar tumbos sin control. Pero no fue hasta meses más tarde que China admitió haber perdido el contacto con Tiangong-1 y no podría hacer un ingreso controlado.