LUCHA CONTRA LA CORRUPCION: LA CORONA DE PRESIDENTE

La marca de cerveza presidente es sinónimo de la cultura e imagen del pueblo dominicano, es una marca país regenteada por Ambev Dominicana, la cual también tiene en su portafolio la marca corona, otro icono de la cerveza a nivel regional.

Esto evidencia que por más fuerte que sea una marca, nunca será ocioso auxiliarse de otras de igual o mayor calidad que la marca líder. Quizás no tenga relevancia la comparación del comercio de cerveza con el comercio político, pero por casualidad el Presidente actual de la república dominicana lleva en unos de sus apellidos la marca Corona. Además de dicha coincidencia ha prometido enfrentar de una vez y por toda un mal que nos aqueja desde hace muchos años: la corrupción en las instituciones del Estado, lo cual podría coronar su liderazgo como presidente.


La corrupción es un tema reiterado por muchos hacedores de opinión y por tanto un arma política en las campañas electorales. En las últimas elecciones recién pasadas fue uno de los elementos cruciales que la juventud y la sociedad dominicana tomó como antorcha de lucha para sacar del poder al partido que había gobernado el país en los últimos 16 años, pero además ha sido un tema que el gobernante actual ha prometido erradicar de las instituciones estatales.

Ha sido tanto el anhelo de la juventud y los votantes en las elecciones del 5 de julio 2020, que frente a una pandemia de inimaginable consecuencia para la humanidad pusieron en juego su salud y la de sus familias para ir a las elecciones con un propósito claro, que el partido de gobierno saliera del poder porque había convertido el Estado en una especie de “Cosa Nostras”, donde los grupos y familias enquistados veían los recursos del Estado como un patrimonio personal o familiar.


Dado que la corrupción administrativa, a juicio de uno de los presidente que gobernó el país a través del Partido de la Liberación Dominicana la corrupción se llevaba del erario público la friolera suma de 30 mil millones de pesos cada año, ésta afirmación la realizo el entonces candidato presidencial Dr. Leonel Fernández Reyna en el año 1996, dichas estimaciones deben ser muchos más desalentadoras 24 años después. Según análisis realizado en el año 2017 por el periodista Juan Bolívar Díaz, se estimaba en 51 mil millones de pesos lo que la corrupción le arrebata a las arcas del Estado Dominicano (https://acento.com.do/politica/la-corrupcion-se-lleva-ano-30-mil-51-mil-millones-analisis-juan-bolivar-diaz-8470660.html).


Si los datos anteriores son ciertos, cosa que no dudamos, entonces el “Presidente” que logre desmontar las estructuras de corrupción del estado dominicano habrá conseguido la “Corona” que le haría susceptible de ser llamado un “Presidente” con “Corona”. Las condiciones legales están dadas para que se logre esa hazaña, tenemos un marco legal diseñado para investigar, perseguir, enjuiciar y sancionar quienes hayan aprovechado sus posiciones en el Estado para satisfacer sus empresas particulares.

El punto de partida es el artículo 146 de la Constitución Dominicana y, a partir de ahí una estructura legal envidiable para cualquier ordenamiento jurídico que pretenda hacer una labor judicial institucionalizada en contra del flagelo de la corrupción. Normas que atacan desde el enriquecimiento ilícito hasta el lavado de activos, que unida a una ley sobre extinción de dominio podría ser las armas legales para recuperar los bienes públicos que la corrupción le ha esquilmado a la nación dominicana.


Solo faltaba una verdadera decisión política, lo que al parecer se ha producido en la actual administración de Luis Abinader Corona, dado que ha optado otorgar “Independencia” de acción a los miembros del Ministerio Publico, lo cual augura que de cumplir con su palabra y los fondos para esa ardua tarea fluyan, estaremos a la puerta de un “Presidente” que se “Corona” como líder del mercado político en favor de la sociedad dominicana.

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