LIBERALES Y CONSERVADORES

Como simple ciudadano y desconocido mortal de esta República bananera, tengo limitaciones de formación que me impiden comprender en su esencia algunos temas.

Uno de esos temas que nunca he podido comprender, a pesar de esfuerzo que he puesto en ello, es la separación casi insalvable que se hace en la República Dominicana entre liberales y conservadores.

En nuestro país casi siempre se apela al maniqueísmo de que los conservadores son los malos y los liberales son los buenos, o que el pensamiento liberal representa el ideal más sano y puro de la Nación y el pensamiento conservador el más atrasado e impuro.

Puede ser que ese criterio sea cierto, no lo discuto, pero en mi caso me decanto por la opinión que Gabriel García Márquez pone en labios del coronel Aureliano Buendía en su novela “Cien Años de Soledad”, cuando establece que “la única diferencia actual entre liberales y conservadores es que los liberales van a misa de cinco y los conservadores van a misa de ocho”.

A mi modo de ver, con sus palabras el coronel Aureliano Buendía barre con más de cien años de historia dominicana. Y es que la diferencia real entre liberales y conservadores en nuestro país, por mucho que se quiera negar, es más de forma que de fondo.

Siempre he creído que en el alma de cada dominicano habitan amigablemente un conservador y un liberal, y que la activación de cada uno de ellos se produce a partir de circunstancias e intereses bien determinados o de temas muy específicos.

Nunca me he tragado el cuento de que los conservadores son malos por ser conservadores y los liberales son buenos por ser liberales. Esa es una manera muy simple de ver las cosas, cuando en el fondo lo que subsiste son posiciones conservadoras o liberales al margen de la bondad o maldad de éstas, más bien sustentadas en un sistema de intereses y creencias a las que cada cual tiene derecho.

En mi caso veo las cosas de la siguiente manera: si usted está de acuerdo con que en su sociedad haya un cambio importante acerca del estado de cosas que imperan en ese lugar, en ese momento usted tendrá una posición liberal que probablemente con el paso del tiempo se transformará en conservadora cuando los promotores de ese cambio se acomoden y se acostumbren al mismo. Así de simple.

Reconozco que este tema tiene muchas aristas y que va más allá del simple enfoque que se hace en este trabajo. Como también sé que en la sociedad actual se etiquetan a las personas de liberales o conservadores dependiendo a las posiciones adoptadas frente a los temas impuestos por la agenda global: matrimonio entre personas del mismo sexo, aborto, privatización de los bienes del Estado, etc.
Pero lo que más llama la atención y sorprende es que esa agenda global tenga como promotores a los liberales de las grandes economías, y que esa agenda solo persiga como único propósito “conservar” la hegemonía y dominio de las grandes potencias frente a los países del llamado tercer mundo.

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