Doce años perdidos

Los primeros doce años de Jesús de Nazaret son denominados por los historiadores de la vida y obra del Nazareno como los “Doce años perdidos”. Pero ese tiempo no fue óbice para que Jesús recuperara su historia y escribiera  un antes y un después de Jesucristo. Fue ese mismo líder que según sus apóstoles y lo que se lee en el capítulo 5 de Mateo, versículo 3 en adelante, que consoló a los que le habían robado la historia en estos términos “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la  tierra como heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán  saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio  corazón, porque ellos  verán a Dios. Bienaventurados los  pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen la persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”.  

Ojalá la historia de Luis Peña Valdez pueda recuperarse, ya que pasar 12 años de su vida sin historia había que tener paciencia, persecución, pobreza de espíritu, misericordia con sus enemigos, mansos y cuantas características expresó Jesús debe tener la persona para ser bienaventurado. Aunque ha podido contar desde el momento que fue apresado hasta que lograron sacarlo de las ergástulas de la cárcel de la Victoria, la historia de lo que pasó durante esos doce años no serán suficientes para entender lo que pasó durante ese tiempo de su vida. Es una historia que al igual que la de Jesús debe ser considerada los “doce años perdidos de Luis Peña Valdez”, por más que pretendamos recoger el daño causado durante ese tiempo será imposible resarcir, sin importar con cuánto sea indemnizado o como sea contado, siempre serán doce años perdidos de su vida.

Quizás es fácil ahora escribir sobre lo que paso, como debe ser resarcido, la forma en la que fue arrestado, como pasó doce años contándole a abogados defensores, autoridades carcelarias y cuantas personas podía expresarle su situación, que había llegado sin saber que delito cometió y que nunca ha estado en presencia de un juez. Muchos son los que se acercan a Defensores Públicos y Jueces de la Ejecución de la Pena con esa historia. Pero solo se anota su nombre y se les dice vamos averiguar, para luego decir, no se encuentra tu expediente. Sin llegar a pensar que en una Estado Social y Democrático de Derecho, una autoridad carcelaria reciba un privado de libertad “sin una orden judicial escrita y motivada”.

Pero sí, la verdad es que pasa. Luis Peña Valdez es un ejemplo vivo de ello. Para  eso las personas debemos pagar impuestos, resarcir el daño que causemos a otro, sea por sanción penal, civil o administrativa, pero todos somos responsable del daño causado a los demás,  con nuestra acción o inacción, debemos cuando es comprobado resarcir el daño. En el caso del Estado la responsabilidad es aún mayor, dado que es el garante del respeto de los derechos de las personas, debe ser el más interesado en que sus órganos, personas e instituciones no lesionen los derechos de los demás. Cuando es él mismo que debe proteger quien comete la acción u omisión dañosa, el proceso debe ser expedito y un ejemplo resarcitorio mayor. Que no deje lugar a dudas de que quien la hace, la paga.

Por eso el régimen jurídico dominicano ha establecido en el artículo 148 de la Constitución Dominicana, como el artículo 255 y siguiente del Código Procesal Penal, un régimen indemnizatorio a favor de las personas que hayan sufrido el daño que el señor Peña Valdez ha padecido durante estos “doce años perdidos” de su vida, a causa de una grave injusticia que sus causantes jamás podrán pagar, pero que el Estado, sus organismos y funcionarios estaban en el deber jurídico de evitar.

No habrá dinero que pueda resarcir el daño causado a Luis Peña Valdez, pero al menos, debiera servir para que no se repita que una persona pierda la historia de su vida durante doce años nuevamente. Que aparezca Luis Peña Valdez para que su historia no quede en el olvido.

Facebook Comments