DEL SUICIDIO DEL 4 DE JULIO 1982 AL ENTIERRO DEL 5 DE JULIO DEL 2020.

El 4 de julio del año 1982 la República Dominicana despertó con la desagradable noticia de que el presidente Don Antonio Guzmán Fernández se había suicidado, inmediatamente iniciaron las conjeturas sobre las posibles causas que llevaron al presidente a tomar tan drástica decisión.

En aquel entonces se rumoraba que los propios compañeros de partidos les habían advertido que lo desconsiderarían, persiguiendo políticamente a parte de sus colaboradores, entre los que se encontraban familiares muy cercanos, incluyendo su hija.

Para muchos el presidente Guzmán saldría del poder con un alto porcentaje de aprobación de su gobierno y ello podría significar que intentara volver a incursionar en la búsqueda de la primera magistratura de la nación, eso políticamente era una amenaza para sus competidores.


También se especulaba que el presidente saliente se puso depresivo al saber que dentro de su gobierno se cometieron algunos actos de corrupción de parte de colaboradores cercanos, Guzmán tenía fama de ser hombre honesto y respetuoso de los recursos del Estado, ésta situación lo llevo a repudiar algunas anomalías de su gobierno y termino suicidándose para salvar la reputación de que gozaba como hombre honesto.


Del suicidio del presidente Guzmán se cumplieron el 4 de julio de 2020 treinta y ocho (38) años, paradójicamente luego de ese acontecimiento se ha desatado para la República Dominicana la peor hecatombe de corrupción y despilfarro del erario público.

Parecería que con el suicidio del presidente Antonio Guzmán Fernández, también se suicidio la honestidad, la pulcritud y la vergüenza de los políticos en detrimento de los recursos del Estado Dominicano.


Hoy 38 años después, estamos a la puerta de unas elecciones presidenciales y congresuales histórica para la nación dominicana. La coincidencia de que estas elecciones que se celebrarían en mayo del año 2020, por causa de fuerza mayor se celebren precisamente en una fecha tan próxima al recordado 4 de julio de 1982, debe servir de reflexión.

Este 5 de julio del año 2020 el pueblo dominicano fue a votar en contra del hartazgo que ha causado la corrupción en los siguientes 38 años al suicidio del presidente Guzmán.

Arriesgándose a un suicidio colectivo por el repunte que ha tenido la pandemia del coronavirus, la ciudadanía se dispuso a entregar su salud y su vida, por la salud de la democracia. Una democracia cada día más enferma, desigual e inhumana, gracias a la mala práctica de los políticos que han sucedido al extinto Guzmán Fernández.


El suicidio de Guzmán Fernández pudo haber salvado el honor de su gobierno y su familia, pero sus sucesores han ido matando poco a poco la democracia dominicana. La esperanza del pueblo es que el 5 de julio del año 2020 haya enterrado el estado de corrupción política que ha secuestrado las instituciones dominicanas durante los últimos 38 años.

Los dominicanos no fuimos a votar por el PRM, fuimos a votar en contra de la corrupción y la impunidad. Sin embargo, un pesimismo ronda la mente y esperanza de muchos, que como yo, no ve en el partido que se perfila como inquilinos de la Dr. Delgado con México, el necesario rompimiento con las estructuras mafiosas enquistadas en los estamentos de poder, que permita tener una nación más justa y equitativa. Pero debemos dar la oportunidad de que demuestren que no se trata de una nueva estructura mafiosa que llega al poder.

Ojala que el 5 de julio del 2020 sea el preludio de un nuevo amanecer para la República Dominicana, que el suicidio del 4 de julio de 1982 sea el recuerdo que nos permita llevar al suicidio colectivo a los partidos y políticos que solo han pensado en el beneficio personal y de su grupo. Que el suicidio de la corrupción, sea el renacimiento de la Democracia.

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