Bioética: El deber Ser de la Vida

Ethos según los griegos es el carácter, costumbre o conducta que adopta un conglomerado social o un individuo. La palabra es la raíz griega de ética y moral. Sin embargo, cuando utilizamos la palabra ética hacemos referencia al deber ser, es decir, lo que es bueno, independiente de valoraciones sociales o individuales. Pero cuando hablamos de moral nos referimos al ser, independiente de que sea buena o mala, la moral es subjetiva de cada individuo o grupo.

El camino que ha recorrido la ética, nos ha llevado a un vocablo no exento de controversias, nos referimos a la Bioética. Literalmente significa una vida de conformidad con los valores éticos, es decir, el deber ser. El avance que ha tenido la sociedad actual ha generado cuestionamientos que necesitan ser abordados desde un punto de vista ético.

Las distintas concepciones que le damos a la Bioética nos llevan a conclusiones disonantes respeto al concepto de ética, pero lo cierto es que solo abordando la vida a través del prisma de la ética podremos lograr seguir avanzando sin destruirnos unos a otros. Por tanto, es necesario enfrentar la falta de valores a través del estudio de los principios éticos que permitan garantizar los derechos de las personas y erradicar los males que aquejan a la sociedad.

Abordando la política, la justicia y la vida a través de los valores éticos, se puede lograr avanzar en cada una de las tareas que necesita una sociedad sana. Pues no se trata de Moral, como muchos tienden a confundirlas, la Moral es cambiante de un individuo a otro, de una sociedad a otra o de un país a otro, sin embargo, la ética aunque puede ser distinta de un conglomerado a otro, siempre tenderá a lo bueno, la ética es deóntica.

Por ello, no es ocioso decir que la moral de la sociedad esclavista era algo aceptable desde su subjetividad, pero no tenía nada de ético tratar seres humanos como animales. Igualmente la religión pretendía a través de la inquisición el exterminio de los que no profesan su fe, ello era moralmente aceptable, pero ajeno a la ética.

Es por lo anterior, que la vida debe ser abordada desde la ética para que pueda ajustarse a las mejores causas de la sociedad, pues la moral imperante, justifica el latrocinio de los fondos públicos-corrupción-tanto que se estimula el robo del erario público, basado en una moral  que procura obtener bienestar económico, aun a costa de que gran parte de la sociedad quede sin los servicios públicos esenciales, que deben ser garantizados por el Estado.

Es moralmente aceptable en nuestra sociedad que los recursos económicos obtenidos a través del crimen sirvan para sustentar el poder político, de hecho se auspicia ese tipo de moral. Pues hemos visto, cómo son tratados los que se roban los dineros públicos. Incluso muchos se autodefinen como líderes de gran parte de la sociedad, lo cual logran a través del desfalco de los fondos públicos.

Esa moral, solo puede ser enfrentada anteponiendo la Bioética en todo el quehacer social, desde el más humilde-pobre- del país, hasta el más encumbrado líder político, debe regirse con los principios éticos que propugna la bioética. Es la bioética la que deberá regir el quehacer profesional, político y social de nuestros tiempos, pues de no ser así llegaremos a un punto donde no habrá posibilidad adecentar la sociedad y habremos acabamos con todo lo que nos rodea, terminando con nuestra propia existencia.

De ahí que la bioética no solo debe servir de base a la medicina, debe ser el norte que permita regir la vida de los funcionarios públicos, los políticos, empresarios y cualquier ciudadanos, cuyos objetivos de vida estén inclinado hacia el bien propio y de la sociedad. Dado el descalabro social actual podría ser justificado a partir de la moral, pero jamás podrá ser aceptado si partimos de los principios de la bioética. 

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